El resveratrol y los ácidos grasos omega-3 trabajan en sinergia para mejorar la función cardiovascular, reducir el colesterol LDL y promover niveles saludables de presión arterial.
El resveratrol, combinado con la vitamina C neutraliza los radicales libres, protege las células del daño oxidativo y ayuda a combatir el envejecimiento prematuro.
Los ácidos grasos omega-3 de origen vegetal junto con el resveratrol poseen propiedades antiinflamatorias naturales que ayudan a disminuir la inflamación sistémica, beneficiando articulaciones, digestión y salud general.
Los omega-3 son componentes estructurales importantes del cerebro, mientras que el resveratrol favorece la circulación cerebral, mejorando juntos la cognición, memoria y protegiendo contra el deterioro neurodegenerativo.
